El aperitivo es una ceremonia que en los pequeños pueblos resiste, y permanece como una actividad que se recrea todos los mediodías y cuando el cae el sol. Pulperías, almacenes de ramos generales y boliches de campo son el escenario ideal. Allí se juntan los vecinos, el peón y el chacarero para establecer la mejor de las comunicaciones, la verbal. Algo en extinción en la sociedad moderna. Los temas son variados, pero todos importantes y sirven de excusa para pasar un buen momento, quebrando el día entre pares con una copa de vermú y algún pedazo de chorizo seco y queso.
Podemos establecer una «Ruta del Aperitivo», que cruza boliches y pueblos por donde se traslada esta tradición y se entretiene la vida rural. Dato: aseguran que Fadila, quien atiende, sirve el mejor Gancia de la provincia.
ALMACÉN «LA MEDIA LUNA»
Foto: Juan Carlos Casas
Deje su comentario